Me paso por aquí a comentaros rápido, rápido un poco de la isotretinoina. Se trata de un principio activo comercializado bajo diferentes nombres y dosis que utilizamos los dermatólogos muy frecuentemente para tratar formas de acné moderadas a graves y/o que no respondan a otros tratamientos. En realidad no sólo se utiliza en el acné polimorfo juvenil, también lo usamos en algunas formas de rosácea, acné queloideo de la nuca, etc.
La isotretinoina es un derivado de la vitamina A (un retinoide), comercializado desde principios de los años 80, muy eficaz para tratar esas formas de acné más grave que conlleven riesgo de cicatrices permanentes o para aquellos casos en los que han fallado otros tratamientos y el acné supone un estigma social con afectación de la calidad de vida del paciente. Y aquí quiero puntualizar, sirve para tratar el ACNÉ, no sus cicatrices. De estas y de que podemos hacer hablaremos otro día.
“¿Y cómo actúa?” Pues produce una atrofia de las glándulas sebáceas, reduciendo así la producción de sebo. También disminuye la cohesión entre las células de la piel, reduce la población del Cutibacterium acnés y reduce la inflamación asociada al acné. Vamos, un tratamiento bastante multifocal en cuanto a acné se refiere.
“Y si tan bueno es… ¿Por qué no se receta de entrada en todos los casos de acné?” Bueno, la cosa no funciona así. Se trata de un medicamento oral que no sólo afectará a la piel, si no que tiene sus efectos posibles secundarios, por lo que hay que hacer las cosas bien. Para empezar se debe calcular una dosis total en función del peso del paciente (es la dosis total objetivo (DTO)). Después, en función del cada pacientes, su DTO y sus características (edad, toma de otros medicamentos, realización de deporte, hábitos de vida, presencia de otras enfermedades cutáneas…), calcularemos y decidiremos la dosis diaria, que puede verse modificada a lo largo del tratamiento en función de la tolerancia al fármaco y los controles analíticos que vayamos realizando (si, se precisa de controles analíticos). En condiciones perfectas, la duración del tratamiento hasta conseguir la DTO será de unos 6 meses, si bien en muchos casos puede alargarse, ya que solemos priorizar cierto grado de comodidad en el paciente (vamos, que habrá que tener un poco de paciencia, pero te aseguro que vale la pena).
“Has comentado algo de efectos secundarios y de una analítica… ¿No será peligroso?” ¡Qué va! Repito de nuevo, lo importante es hacer las cosas bien. Hay una serie de efectos secundarios que vamos a notar si o si e mayor o menor grado, pero que no conllevan mayor importancia que la incomodidad que puedan producir mientras se toma y hasta unos meses tras su finalización (sequedad de piel, de labios, conjuntivitis seca…). Para que esta incomodidad sea mínima tu dermatólogo te recomendará algunos cuidados específicos y productos tipo colirios, emolientes de labios, etc. Hay otros efectos secundarios muy poco frecuentes que tenemos que vigilar mediante analítica, ya que no dan síntomas (vigilaremos colesterol, función hepática… entre otros). Según tu caso puede que tengas que realizar una analítica antes de iniciar tratamiento para saber que todo ok. Una vez empieces deberás repetir la analítica a las 4-5 semanas, sin dejar de tomar la medicación, y acudir a tu primer control dermatológico una semana tras la misma, dónde tu dermatólogo evaluará que tal vas tolerando la medicación, reajustará dosis en caso necesario y establecerá la periodicidad de los análisis de sangre y visitas médicas. Éste calendario tienes que seguirlo de forma estrecha y, en caso de no poder acudir a un control, avisar lo antes posible para no perder el seguimiento.
“ok… ¿y ya está?” Casi. Independientemente de los controles médicos y analíticos hay una serie de consideraciones que todo paciente debe tener en cuenta con éste tratamiento:
- Queda prohibido el consumo de bebidas alcohólicas. Esto se debe a que esta medicación actúa metabolizándose a través del hígado, al igual que el alcohol. Si nuestro hígado está ocupado con éste fármaco y le añadimos trabajo ingiriendo bebidas enólicas, aumentamos el riego de alteraciones hepáticas.
- De realizar deporte hay que optar por formas de ejercicio aeróbicas o cardiovasculares, limitando el ejercicio de alta intensidad, ya que éste fármaco hace que el tejido muscular sufra más durante el ejercicio, por lo que se podrían producir picos de creatininquinasa (CK), enzima que se filtra a nivel renal. Si este pico llega a cierto nivel el riñón podría no tener capacidad suficiente para filtrar dicha sustancia. Si eres muy deportista lo más seguro es que tu dermatólogo te pida una analítica previa al inicio del tratamiento para saber en qué niveles de CK te mueves de forma habitual.
- Cuidado con el sol. Éste fármaco aumenta la sensibilidad a los rayos ultravioletas, por lo que será preciso usar un fotoprotector adecuado, sobre todo si vamos a pasar largos periodos al aire libre.
- ¡No te quedes embarazada! La isotretinoina conlleva un elevado riesgo de malformaciones fetales, por lo que se contraindica el embarazo mientras se tome este tratamiento y hasta 3 meses tras su finalización. Esto sólo aplica a mujeres. Dicho riesgo no se trasmite si es el hombre quien toma dicha medicación. Si eres mujer i estás en edad fértil, lo más seguro és que tu dermatólogo y tu firméis un consentimiento informado referente a éste punto y que tus analíticas incluyan un test de embarazo.
Y ahora creo que si, esto era más o menos todo lo que quería contarte acerca de la isotretinoina ¡Espero que te haya sido útil! Si tienes dudas o te decides a abordar tu acné de la mano de un experto estaré encantada de ayudarte.